Gracias a una iniciativa de Compassion, niños y jóvenes ya han plantado más de 50.000 árboles, mejorando así las condiciones del suelo y los cultivos, para el beneficio de toda la comunidad.
Benson entra con mucho cuidado en el vivero para observar el crecimiento de los pequeños árboles. Con sus tijeras, trabaja con mucha delicadeza en cada árbol y plantón para que puedan crecer mejor.
Le acompaña Gilbert, de 10 años, que se dedica a regar los plantones.
Benson es profesor en un centro Compassion de Kenia, y plantó su primer árbol a los 12 años. "Me encantaba observar a los animales, y cuando era niño, mi profesor me decía que los animales necesitan a los árboles y que los árboles también son esenciales para la vida de los seres humanos".
En 2016, cuando Benson se unió al equipo de Compassion, no solo quería plantar árboles, sino que también quería animar a los niños y jóvenes a aprender técnicas agrícolas.
El pueblo donde vive Gilbert sobrevive de la agricultura, pero empezaron encontrarse en una situación desesperante: las cosechas menguaban, el trabajo en el campo era cada vez más duro y los niños tenían más hambre. Benson se propuso en buscar una solución ante esta situación.
El pueblo de Matioli sufre a menudo fuertes lluvias, pero a medida que se talan más árboles, el suelo queda desprotegido. Esto significa que el suelo fértil se daña y las cosechas son cada vez más escasas, llevando a más niños a la desnutrición. Benson sabía que tenía que atajar este problema, para ayudar a que sus alumnos tengan alimentos.
Parte de las clases de Benson consiste en enseñar a los niños las ventajas de plantar árboles.
"Escuchaba todo lo que decía el profesor, especialmente cuando hablaba de los árboles, y me sentí personalmente identificado, ya que los cultivos de mis padres eran pobres debido a la erosión del suelo", explica Gilbert.
Hasta ahora, Gilbert ha plantado 300 plantones de árboles en los terrenos del centro Compassion, y poco a poco, ¡ha convencido a sus padres para que hagan lo mismo!
"La iglesia local fue de gran ayuda para implicar a las familias en la plantación de los árboles".
Cuando nació este proyecto agrícola de Compassion, Benson se centró en estudiantes adolescentes, pero incluso los niños más pequeños, como Gilbert, estaban interesados en participar en las clases sobre el cuidado del medio ambiente.
"El profesor siempre nos recuerda que gracias a los árboles podemos disfrutar de un clima agradable y de un aire limpio", nos cuenta Gilbert. "Me da mucha alegría cuidar de la creación de Dios".
En 2019, Compassion Kenia lanzó una iniciativa para plantar un millón de árboles en todo el país y también animó a las iglesias colaboradoras a hacer lo mismo en las comunidades en las que sirven.
Hasta el momento, Benson y sus alumnos han plantado 53.076 árboles en los campos y jardines de la aldea de Matioli.
Está contento de que su esfuerzo esté dando frutos, para mejorar el suelo e invertir los efectos de la erosión del suelo.
Benson ora también para que las semillas que está plantando ayuden a los niños a tomar conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente. Las clases y su ejemplo ya han sido de inspiración para Gilbert y los demás niños, ya que muestra que es una actividad agradable a Dios.
"En Génesis 1, Dios ordena al hombre que cuide de toda la creación. Dios ama su creación y quiere que la cuidemos", nos comparte el pequeño Gilbert. "Cuidar la creación de Dios garantiza nuestra propia supervivencia".
Con tu ayuda, podemos darle a un niño la oportunidad de recibir ayuda y apoyo.
Apadrina ahora: juntos, podemos marcar la diferencia.