Ex alumno de Compassion en Guatemala, Yonatan hace mascarillas para proteger a sus conciudadanos.
Yonatan es un joven que vive en Guatemala. Tiene 25 años y es un ex alumno de Compassion.
De niño vivió una infancia marcada por la pobreza, pero gracias al programa de apadrinamiento tuvo la oportunidad de estudiar.
Hoy Yonatan es sastre, ¡una profesión verdaderamente importante!
En las últimas semanas está haciendo máscaras de microfibra para ayudar a sus conciudadanos a prevenir la infección por COVID-19.
En Cotzal, su pueblo, las mascarillas se han agotado.
Pero Yonatan, quien también es voluntario en el centro Compassion, donde enseña sastrería para niños, ha decidido tomar el asunto en sus propias manos.
“La gente estaba muy preocupada, no sabían cómo protegerse. Entonces, decidí hacer máscaras reutilizables”, nos dice.
“Estaba trabajando en crear uniformes para una escuela, pero debido a la emergencia detuve mi producción. Entonces, quería encontrar una solución para servir a mis vecinos. Hablé con un hermano que trabaja en la capital y me trajo la tela para las mascarillas”.
Las mascarillas quirúrgicas son la mejor opción, pero en ausencia de cualquier otra cosa, una mascarilla de tela, combinada con una higiene adecuada y el distanciamiento físico, puede ser una solución igualmente efectiva.
Antes de que se suspendieran las reuniones públicas, Yonatan les enseñó a los niños y adolescentes del centro Compassion cómo hacer sus propias mascarillas:
Mi objetivo es enseñar a todos los niños cómo protegerse y proteger a sus familias.
Y Antonio, uno de sus amigos, siempre está a su lado, orgulloso de ayudarlo en la producción de las mascarillas, en apoyo de la comunidad en la que vive.
“Estoy feliz de ser parte de este proyecto, para ayudar a las personas a prevenir la propagación del virus. Trabajamos de forma muy limpia, gestionamos todo el material con cuidado e higiene”.
Yonatan es el único que produce mascarillas lavables en su región, pero sabe que la prevención pasa por el compromiso de cada uno de nosotros.
“La mejor forma de prevención es tener cuidado y seguir cuidadosamente las reglas. Por supuesto, incluso en este momento, podemos seguir confiando en Dios. Él siempre tiene el control de la situación, aún cuando pensamos que no es así”.
Yonatan no deja de agradecer a la familia que lo apoyó durante su crecimiento. Gracias a ellos, hoy es un joven al que le encanta marcar la diferencia en su país.
“Nunca os olvidaré. Todos los días oro por vosotros y por vuestro país. Todo lo que me gustaría deciros es esto: sigáis confiando en Dios, él os cuidará y no os abandonará. Me apoyasteis, me liberasteis de la pobreza. Gracias a vuestra ayuda, hoy puedo ayudar a mi comunidad”.
En este momento de emergencia, necesitamos ofrecer una ayuda más a los niños y a sus familias. Si quieres ayudarnos a garantizar provisiones de alimentos, desinfectantes, material higiénico y todo lo necesario para los niños a los que servimos, puedes donar a favor de nuestro Fondo Emergencia Covid-19.
Gracias de todo corazón.